sábado, 12 de mayo de 2012

¡LIBERAMOS LA PALABRA DE EVITA!


Ayer celebramos en La Higuera el 93° aniversario del nacimiento de Evita –que se cumplió este lunes 7- con lo que quisimos llamar una "suelta de palabras": realizamos la edición artesanal de su libro “Mi mensaje”, último texto de Eva, que ella misma denominó su testamento. La obra y su historia han pasado, lamentablemente, casi desapercibidos para el pueblo argentino por uno de los tantos ejercicios de olvido que hemos practicado en nuestra devenir: tras la lectura del testamento el 17 de octubre de 1952 en una Plaza de Mayo colmada, la obra pasó al olvido durante más de tres décadas y aún continúa de algún modo amordazada. 

Para evitar la destrucción del original por parte de los golpistas del '55, el entonces escribano de la Nación Jorge Garrido se lo llevó a su casa sin asentarlo en el inventario que le habían mandado a hacer. Cuando el funcionario murió, en 1987, su familia remató sus pertenencias y así llegó a manos de historiador Fermín Chávez, quien determinó la autenticidad del texto y tiempo más tarde realizó la primera edición, cuya circulación fue escasa. En 1994 se realizó otra pequeña publicación de 1000 ejemplares y en 1996 las hermanas Duarte demandaron al editor bajo el argumento de que se trataba de un texto apócrifo. La edición fue embargada, se secuestraron los ejemplares y se prohibió la circulación de la obra. Tras un extenso juicio que finalizó en 2008, se probó que la autoría del texto efectivamente pertenece a Evita. Sin embargo, el fallo que establece su autenticidad otorga los derechos de publicación a sus herederos, quienes aún no lo han publicado ni parece que fueran a hacerlo, pese al valor histórico y cultural de la obra. Aunque "Mi mensaje" fue editado en el exterior y el texto piede hallarse en internet, creemos que los argentinos y argentinas tenemos derecho a acceder a este texto y conocer su derrotero, y que debería poder hallarse en cualquier biblioteca.

En este sentido, Alicia Tabarés, referente de La Higuera, asegura que “Evita era, antes que nada, un símbolo de lo popular nacida en las profundidades del pueblo. Por eso su obra es, de alguna manera, de todos, como fue su vida. El texto es de ustedes, es nuestro; por eso queremos difundirlo". 
Ayer, con una treintena de compañeros y compañeras celebramos la existencia de Eva y de su palabra. Juntos, en familia, trabajamos armando y pintando las tapas de los ejemplares, que en breve estaremos haciendo circular en la ciudad. Gracias a todos y todas las que se sumaron y colaboraron de uno u otro modo con la propuesta.




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